Generalmente se reconocen tres tipos de eflorescencias:

1. La eflorescencia primaria tiene lugar inmediatamente después de la primera exposición del hormigón al CO2 ambiental, es decir, inmediatamente después de la producción. A esto a veces se le llama "flor de tilo". La principal fuerza impulsora es la evaporación del exceso de agua en la mezcla, lo que da como resultado una película delgada uniforme que provoca la decoloración de la superficie.

2. La eflorescencia secundaria es causada predominantemente por agua de fuentes externas. Debido a eso, la eflorescencia secundaria puede manifestarse como una película uniforme y como nidos locales de cristales más grandes. Dado que es mucho más notable, cuando la gente habla de eflorescencias, en su mayoría se refieren a este tipo..

1. La criptoflorescencia o subflorescencia es un tipo especial de eflorescencia que tiene lugar debajo de la superficie y generalmente es invisible. La presión causada por el crecimiento de cristales puede provocar daños en la superficie, como descamación.

La mejor defensa contra la eflorescencia es prevenirla en primer lugar. Los dos factores más influyentes son la porosidad capilar del hormigón y la presencia de agua líquida. Sin embargo, no debe pasarse por alto que el tipo de cemento, las puzolanas como las cenizas volantes, la escoria, y en ocasiones los áridos, agregados, también pueden contribuir al riesgo de eflorescencias.

Te explicaremos lo que debes tener en cuenta en nuestro próximo artículo de MC-Pedia: Eflorescencia en hormigón: ¡qué puedes hacer al respecto!